Luchar por los Derechos Humanos es tan difícil que merece la pena intentarlo
Ser finalista del V Premio Hay Derecho gracias a los votos de la gente, tanto de Murcia como de otros lugares, ha sido un inesperado reconocimiento público y otra oportunidad de mostrar, más allá de nuestra Región, que la sociedad murciana se moviliza constantemente por el bienestar común.
El mayor premio es la confianza que tantísimas personas depositan en mi labor y en mi persona, tanta que aún no soy consciente de cuánta es y ni puedo llegar a imaginarla.
La confianza es como agua ante la sed, alimento ante el hambre, cuesta más que el dinero y se pierde, incluso, más rápido, porque también hay ladrones de confianza, personas dedicadas a robar la confianza de otras personas, colectivos, organizaciones e, inlcuso, de toda la ciudadanía. Todo ello, para mantener unos privilegios a los que no están dispuestas a renunciar pese haberlos obtenidos a base de generar pobreza y desigualdad social.
Luchar por los Derechos Humanos es agotador y se necesita mucha confianza, tanto en la humanidad como en la gente, tanto de la humanidad como de la gente; la reciprocidad es tan necesaria como complicada de lograr.
Luchar por los Derechos Humanos es luchar por los Derechos todos los humanos: de las buenas y las malas personas, de los que conoces y los de no conoces, de con quienes simpatizas y de quienes te provocan antipatía, sean de tu misma cultura, lugar en el mundo, creencias espirituales o religiosas, o no lo sean.
Luchar por los Derechos Humanos es tan difícil que merece la pena intentarlo, más aún si es en compañía de personas que, como tú, que estás leyendo estas palabras, me acompañas en un camino donde “la Gente somos los Medios” y no permitimos que “en nuestro huerto crezca el odio, lo siembre quien lo siembre“, ya sabes a qué me refiero 😉
Mi gratitud.
Cecilio Cean
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